Muerte en Las Vegas by Pablo Poveda

autor:Pablo Poveda [Poveda, Pablo]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Aventuras, Intriga
editor: ePubLibre
publicado: 2024-04-02T00:00:00+00:00

20

Stacy Boom parecía dispuesta a ayudarlo, siempre y cuando corriera con los gastos del encuentro. En el fondo, para él era normal que le pidiera más de la cuenta. Estaba acostumbrado a tratar con ellas desde hacía años. En resumen, no todas tenían una justificación por hacer lo que hacían, pero todas se habían esforzado por seguir avanzando en un entorno hostil. Los años en el Cuerpo, patrullando por la Rosaleda, por el paseo de Camoes, lo curtieron a la hora de tratarlas. Algunos policías las maltrataban verbalmente, como si pertenecieran a un estrato inferior de la sociedad, pero él no era así y denunciaba esa actitud. A su modo de entender, eran igual de dignas que el resto de las personas. Tan solo debía encontrar la niña interior que llevaban dentro, para que empatizaran con él. El caso de Stacy no era muy diferente.

Probablemente, aquello era lo más parecido a una cita que había tenido en años. Y para él también, por lo que pensó que, de algún modo, ambos se estaban haciendo un favor con la compañía del otro. Maldonado intentaría acercarse al rastro de Laureano. Para él, era una oportunidad que no podía desaprovechar, antes de que Hatford comenzara a pisarle los talones. En cuanto a ella, se ahorraría acostarse con otro hombre y, a cambio, se llevaría una buena tajada del acuerdo. Maldonado lo vio justo, siempre y cuando la información fuese útil.

Ella se acercó a la mesa y se apoyó en un lateral para observar a los jugadores. Después intercambió un par de palabras con el crupier y, con elegancia, regresó a la barra donde el detective la esperaba. La escena hubiese sido propia de una película de James Bond, si no fuera porque Stacy Boom llamaba más la atención que Julia Roberts al comienzo de Pretty Woman.

Luego tomaron una segunda copa, a costa de él, y esperaron a acabarla, antes de salir de allí.

—¿Qué te ha dicho?

—¿Llevas efectivo?

—¿Crees que me invitan a los tragos en este sitio? —le preguntó, confundido—. Suficiente para un crupier. Contesta.

—Trescientos.

—¿Estás mal de la cabeza?

—Es Las Vegas, cariño.

—Más te vale que merezca la pena —dijo y sacó la billetera. Contó la cifra y se la entregó—. Es la primera vez que pago a una…

—¿Qué se siente? Dicen que es más el hecho de pagar, que de consumar.

—Vayamos al grano, por favor. No quiero arrepentirme.

—Está bien, vaquero… Charlie termina el turno en veinte minutos. Acabamos nuestra copa y lo esperaremos en el Bonnano’s. Es una pizzería que queda muy cerca.

—Claro, una pizzería, qué ocurrencia. —La realidad era igual o peor que la ficción a ojos del detective en lo que se refería a los lugares de comida—. ¿Cómo sabes que me puede ayudar?

—Es el empleado del mes —dijo con sorna—. No sé si te puede ayudar, pero seguro que sabes más que yo sobre tu amigo. A todo esto, ¿por qué lo buscas?

—Su familia me ha enviado para que lo haga.

—Y te paga por ello.

—Más o menos.

—¿Qué clase de amigo eres?

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